La película que acabó para siempre con la reputación del tiburón y su relación con Ronald McDonald.
- Dayana Ortiz Gómez
- 2 ene 2020
- 4 Min. de lectura
Estamos en el verano de 1975 y hasta alimentar a un inocente pez de colores en una pecera parece ser una tarea super peligrosa en la que seguramente pierdas algún dedo. Se podía percibir la tensión en las orillas del mar al rededor del mundo mientras sonaba el temido "Dum dum, dum dum dum dum..." La banda sonora de "Tiburón" ("Jaws").
Hace 40 años esa película de Steven Spielberg marcó un hito en la historia del cine. El mundo se llenó de salas de cine repletas de personas que se agarraban a las sillas, mientras un enorme tiburón blanco se acercaba con malas intenciones a la playa. Pero, el problema, según dicen los científicos y biólogos, es que la película retrató injustamente a estos animales como criaturas malvadas.
¿Seres vengativos?
La historia de la película se centra en un tiburón que persigue a un grupo de bañistas con la intención de cenar fuerte. El libro que inspiró la obra de Spielberg está vagamente basado en un incidente de 1916, cuando un gran tiburón blanco atacó a varios nadadores en la costa de Nueva Jersey.

Después de estrenarse la película, miles de personas se fueron en busca de tiburones para tenerlos como trofeos.
Se convirtió en una pesca popular. No necesitabas tener un barco grande solo uno que soportara un pez grande. Y no había remordimientos porque se tenia la idea de que esos animales eran asesinos. El autor de "Tiburón", Peter Benchley, quedó bastante traumatizado por las consecuencias de su obra, incluso años después afirmó que si lo hubiera sabido no habría publicado su obra y se empezó a dedicarse a la preservación de tiburones.
Según los expertos, el número de tiburones en las costas del este de América del Norte decreció en un 50% después de la película. Una de las investigaciones realizadas por la bióloga Julia Baum sugirió que entre 1986 y 2000, en el noroeste del Océano Atlántico, la población de tiburones martillo descendió en un 89%, los tiburones blancos en un 79% y un 65% el número de tiburones tigre.

Pero no, ese descenso no se debía a la pesca deportiva, que es mínima comparada con el impacto de la pesca comercial por la aleta de tiburón para hacer sopa en Asia sino a la fiebre por la película.
Por lo que en 1990 se iniciaron varias campañas para proteger al tiburón blanco en distintas partes del mundo, entre ellas California, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Y ayudó, sí, pero aún queda un largo camino para poder recuperar la población que había en 1975.
Es innegable que la saga de "Tiburón", generó o despertó algo profundo en nuestra psiquis.
Fue como si de repente descubrieran a los tiburones, y se convirtieran en su mayor amenaza. Nunca se podrá volver al mar sin buscar instintivamente una aleta que asoma.
También es cierto que algunos tiburones atacan a seres humanos. Alrededor de 10 personas mueren al año debido a encuentros fatales con alguna especie de tiburón. Sin embargo, es muy extraño que un tiburón se trague a una persona. Por lo general, las víctimas mueren debido a la pérdida de sangre por la mordida. Existen dos razones que generan los ataques. Primero, los tiburones confunden a los hombres montados en tablas de surf con su alimento favorito: las focas. La segunda razón, es que los tiburones nos "prueban" para ver si somos una cena rica para ellos, pero al notar que somos carne barata, nos escupen. Las últimas investigaciones al respecto dicen que antes de intentar agredir a seres humanos, estos animales muestran posturas agresivas a manera de advertencia, y cuando este mensaje es ignorado, actúan.
Otras películas como "Nemo" o "Espanta tiburones" han intentado solventar ese terror sin mucho éxito.
Esto mismo le pasó a Ronald McDonald.
El payaso-mascota de la cadena de comida rápida vivía tranquilo, pero de pronto llega 2016 y aparece la tendencia de los ‘payasos terroríficos’ (‘creepy clowns’, en inglés). McDonald’s automáticamente empezó a limitar -y casi eliminar- las apariciones de su payaso para no contribuir a la psicosis del momento creada por la moda de individuos que disfrazados de clowns se dedican a atemorizar, e incluso agredir, a la población. En poco tiempo, los casos se multiplicaban en EEUU y Canadá y la fiebre también acabó llegando a Europa.
La franquicia mandó a la NBC, el siguiente mensaje: “McDonalds y sus franquicias locales son conscientes de la tensión acerca de los supuestos avistamientos de payasos en comunidades y por ese motivo limitarán la participación de Ronald McDonald en eventos comunitarios hasta nueva orden”. Por algo completamente ajeno a ellos, se enfrentaron a una crisis de reputación que acabó con la imagen de su mascota. Empezó a reflejarse en sus beneficios y los niños ya no tenían ganas de ir a un sitio donde había un personaje tan siniestro.

Pero aunque intentaron desvincularse totalmente de ese icono, Burguer King, su mayor oponente, no iba a permitir que ocurriera. Y eso que antes formaba parte de tu estructura comunicativa se convierte en el típico mosquito que no te deja dormir en verano. Y así, Burguer King se ha coronado en varias ocasiones con magnificas campañas.
Por ejemplo, creó en Alemania una aplicación de realidad virtual llamada "Escape the Clown" (Huye del payaso), usó Halloween para atraer a la gente regalando hamburguesas si se vestían de payasos y mi favorita: La campaña "Que los cumpla feliz", desarrollada por LOLA MullenLowe para atraer más reservas de cumpleaños.
"Burger King sabe que los cumpleaños son muy importantes para los niños y creemos que deben ser divertidos y sin payasos. Preferimos estar en el lado bueno de los recuerdos de los niños, no de los que dan miedo, como los niños traumatizados en estos anuncios", dijo Marcelo Pascoa, director de marketing global de Burger King.

Y es que como podemos ver, en un entorno tan cambiante, la reputación puede verse afectada de repente (aunque seguimos sin entender quien ha pensado alguna vez en la historia del planeta que los payasos son graciosos y no que dan muchísimo miedo). Y aunque gestiones bien la crisis y no vaya a mayores puede que siempre queden restos y por eso ese payaso siempre formará parte de la imagen corporativa de McDonalds.
En conclusión, no volveremos a meternos en el agua del mar tranquilos y Burguer siempre nos recordará lo que un día representó a McDonalds.
¿Y a ti? ¿Que opinas? ¿te gustan los payasos?
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